PILATES COMO FORMA DE CONEXIÓN CONTIGO

Estamos muy acostumbrados ya a que el Pilates ronde nuestras vidas. Si no hemos ido a una clase en el gimnasio a probar, hemos estado apuntad@s, hemos escuchado hablar, o nuestra prima nos cuenta lo bien que le va yendo a clase de Pilates.

Una manera de tener un tiempo solamente para ti, y no sólo porque dedicas una hora de tu rutina a hacer pilates, sino porque dentro de la misma clase, aunque sea en grupo, estás solo tú.

Tú hacia dentro de ti. Tú contigo y con tu cuerpo.

Y que todo lo que piensas, sientes y experimentas dentro de tu cuerpo está ahí contigo en ese momento y en esa hora puedes escucharlo con fuerza.

Mucha gente va a la clase de Pilates pensando que es un ejercicio más, o en el caso del Pilates Terapéutico que es una ejercicio adaptado a sus molestias o patologías de espalda. Pero no es solo eso, Pilates es más que un ejercicio. Pilates es una forma de conectar contigo, con tu esencia, con tu yo profundo, porque te escuchas y te sientes durante la hora de clase que estás respirando, moviéndote y sintiéndote. Sintiendo dónde y cómo tienes las caderas, esas que distribuyen el peso del tronco hacia las piernas. Sintiendo dónde y cómo están tus lumbares, esas que sostienen tu espalda y toda tu columna durante las 8 horas de trabajo al ordenador. Sintiendo cómo está ese cuello que tanto te duele y se te sobrecarga, que no lleva encima sino más preocupaciones de las que debería, más prisa y más estrés.

La clase de Pilates es un espacio donde TÚ puedes verte a TÍ.

¿Qué se hace en clase para ayudarte a este fin?

• Respiraciones profundas, donde liberar el estrés y soltar tu cuerpo
• Coordinar la respiración con el movimiento, manteniendo el ritmo suave el cuerpo se relaja y la mente se aclara
• Estiramientos completos, ayudando a tu cuerpo a equilibrarse y centrando tu mente en el silencio
• Música que acompaña, para ayudarte a desconectar de lo externo
• Tonificación del cuerpo, para activar tus células y que tu cuerpo funcione mejor

La clase de Pilates es tu sitio, tu espacio, tu guía para encontrarte dentro de esa vorágine de sentimientos, estrés, tensión y contracturas que acumulas. Donde podrás parar, sentirte y escucharte. Donde la calma llegará, después de unas cuantas respiraciones y tomas de conciencia. Por eso, desde el Centro Arenas te recomiendo que escuches tu cuerpo, y que sea cual sea el ejercicio que realices, lo hagas con conciencia, para soltar, y no para acumular.

 

Estás dentro de tu cuerpo, y cuanta mejor sea tu relación con él mejor te cuidará él a ti. Así que escúchalo a ver qué pide, y dáselo. Sólo así llegará el Bienestar, la Paz, y lo mejor de todo, la Salud.